Pedro Castillo: un hombre del pueblo que defraudó las esperanzas de muchos peruanos

Caída de Pedro Castillo
Castillo Terrones fue vacado de la Presidencia de la República por el pleno del Congreso, luego que este anunciará la disolución del Congreso y la reorganización del Poder Judicial, el Ministerio Público, Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional.

El vacado expresidente, Pedro Castillo Terrones, un maestro de escuela rural de Tacabamba, encarnaba para muchos la esperanza de que un hombre del pueblo, políticamente transparente, para terminar con la facción política corrupta y elitista.

Castillo Terrones fue un mal presidente. En lugar de impulsar las tan necesarias reformas, gobernó con la tradicional política clientelar y cayó bajo sospecha de corrupción.

Un Congreso hostil ha salido victorioso en la lucha por el poder. Por ahora. Sin embargo, la mayoría de los parlamentarios no representan ni un ápice mejor.

La destitución de Castillo es un síntoma de la permanente crisis política que vive el país, desde hace años. Desde entonces, muchos peruanos ya no pueden imaginar la democracia sin corrupción.

El débil e incompetente Gobierno de Castillo ha reforzado esta dicotomía. Será difícil para la nueva presidenta, Dina Boluarte, superar la polarización política. Porque ella es, políticamente, una hoja en blanco y depende de un Congreso desaprobado.

Nuevas elecciones

Nuevas elecciones legislativas y ejecutivas podrían aportar cierta estabilidad. Pero es dudoso que el Congreso las acepte. Perú necesitaría un recomienzo político con reformas de la ley electoral y de la financiación de los partidos, con nuevos rostros. Pero esto está lejos…

En Perú, el apoyo a la democracia ha caído más que en otro país
Por su parte, el rotativo Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Francfort del Meno, comenta la crisis peruana con estas palabras:

“El mandato de Castillo fue caótico desde el principio y estuvo marcado por una constante lucha de poder con la oposición del Congreso. Durante su mandato, se cambiaron no menos de 80 cargos ministeriales, y Castillo se alejó cada vez más políticamente de su partido de izquierda radical, Perú Libre, para acercarse al centro, con el fin de no perder el apoyo del Congreso. De este modo, logró eludir dos mociones de destitución por incapacidad moral”, señala Frankfurter Allgemeine Zeitung, sobre la crisis en política en Perú.

Seis presidentes en solo cinco años

Dina Boluarte Zegarra es la sexta jefa de Estado del pais desde 2018. La Constitución facilita que el Ejecutivo y el Legislativo disuelvan la otra institución. Alegando incapacidad moral, el Congreso puede iniciar un procedimiento de destitución contra el presidente de forma arbitraria. Esta lucha permanente entre los poderes legislativo y ejecutivo se ha endurecido en los últimos años, limitando la capacidad de cualquier presidente terminar su periodo de gobierno.

Sucesora de Pedro Castillo, asume la presidencia

La nueva presidenta, Dina Boluarte, que debe dirigir el país hasta 2026, se enfrenta a la difícil tarea de construir una coalición que garantice su capacidad de gobierno. Boluarte pidió a las fuerzas políticas una tregua, diálogo y la mayor unidad posible.

Según las encuestas, el 80% de los peruanos desaprueba la gestión del Congreso, incluso más que al vacado presidente. La incapacidad de los políticos para encontrar soluciones a los problemas del país podría hacer que los peruanos pidan nuevos rostros. Según las encuestas, el apoyo a la democracia ha disminuido más en Perú en los últimos años que en otros países de la región.

Promesas no cumplidas

“Si vacan al presidente, me iré con él”, dijo Dina Boluarte el 7 de diciembre de 2021, cuando Castillo se enfrentaba a su primer juicio político. Ahora, un año después, como presidenta Boluerte, rompió la promesa. Es comprensible. “No más pobres en un país rico”, dijo Pedro Castillo como mandatario, después de asumir el poder. Tampoco cumplió comenta Neues Deutschland.

Tras la disolución del Congreso por orden de Castillo, Boluarte aseguró rechazar la decisión de provocar el romper del orden constitucional, disolviendo el Legislativo.

Se trata de un golpe de Estado que agudiza la crisis política e institucional que la sociedad peruana debe superar en estricto apego a la ley, escribió en Twitter. Siempre he sido de izquierdas y seguiré siéndolo, pero de izquierdas, democráticas y no totalitarias, había afirmado Boluarteo.

Boluarte tiene poca mayoría en el Congreso como Castillo. El Parlamento está dominado por las fuerzas de derecha y conservadoras. Boluarte lo tendrá difícil para resolver la profunda crisis política del país.

Salir de la versión móvil