Christian Altamirano: campeón de matemáticas, ahora logra su sueño en la Universidad Yale

Quién es Christian Altamirano, estudia en las mejores universidades del mundo
Christian Altamirano cursa el primer año del doctorado en la Universidad de Yale

Christian Altamirano Modesto era un escolar cuando en 2015 ganó la medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (OIM) de Tailandia. Luego ganó una beca para el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Actualmente, cursa un doctorado en la Universidad de Yale, de prestigio mundial.

Christian es muy feliz estudiando en Yale, una universidad de talla mundial de la que han salido algunos de los mejores profesionales del mundo.

Para ingresar, tuvo que superar exigentes evaluaciones académicas y entrevistas, a las que superó. También fueron fundamentales sus altas calificaciones de licenciatura en Informática y Matemáticas, y su máster en Ciencias de Computación en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

En el 2016, cuando solo tenía 17 años, Christian Altamirano ganó una beca para estudiar en el MIT, uno de los centros educativos más prestigiosos del mundo. ¿Qué fue de su vida desde entonces?

A sus cortos 24 años, cursa el primer año del doctorado en la Universidad de Yale. “Siempre fue un sueño estudiar en Yale…”, dijo sobre este gigantesco paso en su vida profesional.

Mi grupo de investigación me gusta mucho, son personas apasionadas por lo que hacen; trabajamos mucho por eso. Este ambiente me mantiene muy motivado para continuar y luchar por mis sueños, comentó al referirse a su día a día en Yale.

A pesar de que su especialidad de doctorado es Ciencias de la Computación, su tema de investigación es la revisión formal, que consiste en emplear las matemáticas y la lógica para verificar que un software funciona correctamente y eliminar así los posibles errores que puedan surgir.

También trabaja para lanzar su primera publicación académica en esta especialidad y espera concretarla este año.

De Google a la Universidad Yale

La Universidad Yale siempre fue su sueño y lo confirmó cuando trabajó como ingeniero de software durante once meses en Google, el gigante de Internet.

“La experiencia fue buena porque conocí a gente muy capacitada; éramos un buen equipo. Google me hizo sentir muy cómodo durante toda mi estadía”, indicó.

Christian no se veía a sí mismo desarrollando herramientas internas de Google para ayudar a otros ingenieros de software a mejorar las aplicaciones de Iphone.

Christian buscaba algo más, quería Yale. Y lo consiguió.

El ajedrez y las olimpiadas

Los primeros concursos que tuvo Christian no fueron de matemática, sino de ajedrez. Cuenta que disfrutaba de los retos mentales de esta disciplina.

Su participación en las olimpiadas internacionales de matemáticas no solo le supuso resonantes victorias, sino que le abrió la mente a nuevas oportunidades y le permitió conocer a jóvenes de otras nacionalidades.

“No sabía que el MIT existía y menos que era posible poder estudiar en una universidad en Estados Unidos; en realidad, no conocía a nadie cercano que lo hiciera. Fue gracias a la interacción con otros estudiantes en las olimpiadas que supe que era posible hacerlo, y así me animé a postular”, manifestó.

Y si bien el camino no ha sido fácil, Christian Altamirano ha demostrado que con mucho ingenio, inteligencia y empeño se pueden lograr muchas cosas, hasta las que uno sueña despierto.

Vive en Connecticut, New Haven. En un futuro muy cercano se vislumbra continuando con la vida académica hasta llegar a ser catedrático en una universidad de prestigio de Estados Unidos, así como lo hizo el reconocido científico peruano Barton Zwiebach, uno de sus más grandes referentes.

“Es posible seguir una carrera académica en el extranjero, hay becas y oportunidades. Solo hay que ser esforzado y dar lo mejor de cada uno”, subraya al despedirse.

La clave es el esfuerzo, es fundamental, enfatiza Christian, el joven talento peruano al que aún recordamos feliz y victorioso cuando ganó la medalla de oro en Tailandia en el campeonato de matemáticas.

La piedra angular

Christian afirma que sus padres fueron una piedra angular para su vida y carrera profesional, pues el apoyo constante que le daban hizo que se sintiera con mayor motivación para desarrollar todo su potencial.

“Ellos me apoyaron en todo momento. Cuando gané la beca para estudiar en un colegio en Lima a los 10 años no dudaron en enviarme, sabían que era lo mejor para mi futuro”, resaltó, recordando cuando dejó su Barranca natal para abrirse camino y empezar a brillar en los concursos de matemáticas.