El gobierno de los Estados Unidos, liderado por Joe Biden, implementó el martes 14 de enero nuevas regulaciones que limitan severamente la presencia de vehículos chinos o rusos en su mercado. Estas reglas, anunciadas por la Oficina de Industria y Seguridad (BIS), establecen restricciones a la importación de hardware y software utilizado en vehículos inteligentes y de conducción autónoma que tengan “un nexo suficiente” con estos países.
Restricciones y plazos
Según el BIS, las normativas impiden que los vehículos fabricados en EE. UU. incluyan componentes de origen chino o ruso. La aplicación se realizará de manera escalonada:
- Software: Prohibido a partir del año modelo 2027.
- Hardware: Aplicable desde el año modelo 2030 o el 1 de enero de 2029 para unidades sin año modelo.
Las reglas también incluyen exenciones para pequeños fabricantes y vehículos utilizados menos de 30 días al año en vías públicas, además de autorizar ciertos casos específicos bajo solicitud.
Justificación y riesgos identificados
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, enfatizó la amenaza que representan las tecnologías de China y Rusia: “Los automóviles modernos son computadoras con ruedas, equipados con cámaras, micrófonos y GPS que están conectados a Internet. Estas normas salvaguardan nuestra seguridad nacional al prevenir que adversarios extranjeros accedan a información confidencial o personal”.
El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, también destacó la importancia de proteger la infraestructura crítica y la cadena de suministro automotriz.
Impacto del sector
Muchos comentarios públicos coincidieron con la evaluación de riesgos del BIS. Sin embargo, algunas organizaciones pidieron exenciones para vehículos comerciales, lo que derivó en la exclusión de los modelos que superan los 12,000 dólares, como los autobuses ensamblados por BYD en California. A pesar de estas limitaciones, el BIS prevé establecer normas adicionales para vehículos comerciales en un futuro próximo.
Un cambio notable en las reglas finales permite que el software chino desarrollado antes de la entrada en vigor de las nuevas normas siga utilizándose, siempre que no sea mantenido por empresas chinas. Esto beneficiaría a fabricantes como General Motors y Ford, que podrán continuar importando ciertos modelos fabricados en China.
Advertencias internacionales
El director del FBI, Christopher Wray, advirtió sobre el ciberprograma chino, calificándolo como “el más grande del mundo”. Explicó que actores maliciosos de ese país han posicionado malware en infraestructuras críticas estadounidenses, lo que podría generar daños severos.
Por otro lado, el exjefe del MI6, Sir Richard Dearlove, respaldó estas preocupaciones en el Reino Unido, declarando que cualquier dispositivo fabricado en China conectado a Internet podría ser controlado por Beijing.
Contexto político y comercial
En septiembre de 2024, la administración Biden aumentó significativamente los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos y sancionó a empresas clave como CATL por su colaboración con el ejército chino. Por su parte, el presidente electo Donald Trump planea endurecer las restricciones, aunque está abierto a que fabricantes chinos produzcan vehículos dentro de EE. UU.
Estas medidas representan un esfuerzo coordinado para proteger la seguridad nacional y garantizar la integridad de la infraestructura tecnológica y automotriz estadounidense.