
En medio de las condiciones climáticas adversas de Lima, un grupo de alumnas de la Institución Educativa Teresa González de Fanning está revolucionando la producción agrícola escolar con un enfoque científico y sostenible. Su iniciativa, denominada “Frutos de la Pachamama”, aprovecha tecnología de monitoreo atmosférico para cultivar hortalizas, tubérculos y hierbas aromáticas orgánicas en biohuertos escolares.
Ciencia aplicada a la agricultura escolar
Gracias a los datos recogidos por la primera caseta meteorológica escolar en Perú, instalada por la docente Vicky Reyes Alvino en 1998 y monitoreada por el programa internacional Globe Perú en colaboración con la NASA, las estudiantes han logrado:
- Regular la hidratación del suelo en épocas de estiaje.
- Prevenir daños por cambios extremos de temperatura.
- Mejorar el rendimiento de cultivos en espacios reducidos.
La alumna Emilie Soto, una de las líderes del proyecto junto a María Rodríguez, Leudimar León y Leydi Quintanilla, explica que este sistema les ha permitido entender los fenómenos atmosféricos de forma práctica y aplicarlos para enfrentar los desafíos agrícolas urbanos.
Trayectoria educativa
La IE Teresa González de Fanning no es ajena al éxito internacional. Sus estudiantes han sido premiadas en:
- California, EE. UU. (2016) por el proyecto “Agua del mañana, preocupación de hoy”, que analizó la calidad del río Chillón
- Connecticut, EE. UU. (2017) por investigar los efectos de agroquímicos en la migración de aves
Desde 1997, esta institución ha sido pionera en integrar ciencia ambiental en la educación peruana, formando jóvenes líderes comprometidas con el cuidado del planeta.
Este tipo de proyectos no solo cultivan alimentos: cultivan conocimiento, compromiso y comunidad. Iniciativas como “Frutos de la Pachamama” demuestran cómo la educación puede conectar ciencia, tradición y sostenibilidad, formando ciudadanos conscientes del entorno.
Al integrar herramientas científicas como las de Globe Perú y la NASA en prácticas agrícolas escolares, se fomenta en los estudiantes una comprensión profunda del cambio climático, el uso responsable de los recursos y el valor de la colaboración global.