
En 1977, la Organización de las Naciones Unidas designó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha se estableció en homenaje a la lucha histórica de las mujeres por la igualdad y el reconocimiento de sus derechos fundamentales.
El 8 de marzo no solo conmemora los logros alcanzados, sino también invita a reflexionar sobre los derechos que aún están pendientes, en especial el derecho a vivir libres de violencia. Este día simboliza una demanda global por un trato digno, justo e igualitario para todas las mujeres, independientemente de su origen, cultura o situación socioeconómica.
Según Salil Shetty, ex secretario general de Amnistía Internacional, “De Indonesia a Perú, de Sierra Leona a Estados Unidos, millones de mujeres y niñas pagan con sus vidas las políticas de salud fallidas, la atención insuficiente y las leyes discriminatorias. Muchas enfrentan discriminación y violencia en sus familias y comunidades, con pocas o ninguna esperanza de justicia o apoyo por parte de sus gobiernos”. Esta afirmación resalta la necesidad urgente de cambiar estructuras que perpetúan desigualdades.
Datos recientes destacan que, en 2023, según ONU Mujeres, aproximadamente una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual, la mayoría de las veces por parte de sus parejas. Además, la brecha salarial de género sigue siendo del 20%, afectando su independencia económica y calidad de vida.
El Día Internacional de la Mujer también celebra los logros de mujeres que han desafiado barreras y liderado cambios significativos en ciencia, política, arte y sociedad. Sin embargo, el camino hacia la equidad total aún requiere de esfuerzos colectivos y compromisos firmes de gobiernos, empresas y ciudadanos.