La Fiscalía ha iniciado una investigación preparatoria contra Wilfredo Oscorima Núñez, gobernador de Ayacucho, en el marco de las indagaciones relacionadas con los relojes y joyas de lujo que la presidenta Dina Boluarte habría utilizado sin declararlos. La medida también incluye a su hijo, Wilfredo Oscorima Loja, y a su sobrino, Fritz Hinostroza Oscorima, según informó el Ministerio Público a través de la red social X.
Las tres personas enfrentan acusaciones por contrabando, receptación aduanera agravada. La Fiscalía ha confirmado que la medida se tomó debido al ingreso ilegal de relojes Rolex y joyas de alto valor que Oscorima habría entregado a Boluarte.
Según la Fiscalía, estas evidencias han impulsado una segunda investigación en el Área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales, enfocada en determinar si se cometieron delitos de cohecho activo genérico.
Caso rolexgate
El caso, conocido como Rolexgate, ha captado la atención mediática desde su inicio en marzo de 2024, cuando se reveló que Dina Boluarte utilizó relojes de lujo en actividades oficiales sin declararlos. La investigación se ha dividido en dos procesos:
- Recepción de objetos: Este proceso ha derivado en una denuncia constitucional por cohecho, que fue aprobada por una subcomisión del Congreso, pero aún requiere la aprobación del pleno.
- Enriquecimiento ilícito: La justicia ha rechazado la solicitud de archivo presentada por la defensa de Boluarte, que argumentaba que el plazo de investigación había concluido.
Avances recientes
Boluarte como Oscorima han sido citados a declarar a partir del inicio de la investigación. Además, los objetos de lujo han sido decomisados por el Ministerio Público. La Fiscalía también ha ordenado el allanamiento del domicilio de Boluarte y sus oficinas.
Opinión
Este caso pone nuevamente en el centro del debate la transparencia de los altos funcionarios del país. La opinión pública y diversos sectores de la sociedad exigen que las investigaciones se desarrollen con celeridad y sin interferencias políticas. Mientras tanto, la imagen de Boluarte enfrenta un desgaste significativo debido a los cuestionamientos relacionados con su gestión y presuntas irregularidades.
