Asegura que será política oficial que solo haya dos géneros, masculino y femenino
Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, ha reiterado su postura firme contra la comunidad LGBTQ al prometer poner fin a lo que calificó como la “locura transgénero” en su primer día de mandato.
En un discurso pronunciado en Arizona el domingo 22 de diciembre, Trump amenazó con la exclusión total de las personas LGBTQ del ámbito militar y de las instituciones educativas. Declaró la intención de su administración de reforzar una comprensión estricta y binaria de los roles de género.
“Solo hay dos géneros: masculino y femenino”, afirmó Trump durante su intervención. Esta declaración está en línea con sus posiciones previas sobre los derechos LGBTQ y refleja las políticas que planea implementar cuando asuma nuevamente la presidencia en aproximadamente un mes.
Trump también declaró que “la política oficial del gobierno de los Estados Unidos será que solo existen dos géneros: masculino y femenino”. Su discurso, dirigido a una audiencia de jóvenes conservadores en Phoenix, estuvo marcado por promesas claras de revertir la inclusión de personas transgénero en diversos ámbitos de la sociedad estadounidense.
Medidas contra las personas LGBTQ
Entre sus compromisos destacan la emisión de órdenes ejecutivas para prohibir las cirugías de reasignación de sexo en menores de edad, excluir a personas transgénero de las fuerzas armadas y de las escuelas, así como garantizar que los hombres no participen en deportes tradicionalmente considerados femeninos. “Mantendré a los hombres fuera de los deportes femeninos”, enfatizó.
Este discurso refleja la intención de su administración de desmantelar las políticas destinadas a proteger los derechos de las personas LGBTQ, marcando un cambio drástico respecto a las medidas progresistas adoptadas en los últimos años. Sus declaraciones han sido recibidas con aplausos por sectores conservadores, mientras que organizaciones defensoras de los derechos LGBTQ y de los derechos humanos las han condenado enérgicamente.
A medida que Trump se prepara para su regreso a la Casa Blanca, las implicaciones de estas promesas sobre el tejido social de los Estados Unidos siguen generando un intenso debate. Su enfoque podría redefinir la postura del país respecto a la identidad de género y la inclusión en los próximos años.