China exige a Estados Unidos detener su plan de vender armas a Taiwán y denunció que aparte de dañar los nexos bilaterales, socava así los intereses y soberanía de Beijing sobre la isla.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, llamó a la Casa Blanca a examinar la seriedad del tema y además cortar todo vínculo militar con Taipéi, porque de lo contrario enfrentará consecuencias.
Según enfatizó, la operación viola los acuerdos que sustentan los lazos entre ambas potencias, las normas sobre los nexos internacionales y los derechos de China en un territorio nacional.
Zhao advirtió que su país dará una "respuesta legítima y necesaria" en correspondencia de cómo evolucione la situación.
El portavoz de la Cancillería reaccionó así a la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de enviar al Congreso la propuesta para vender equipos, vehículos y armamentos de avanzada a Taiwán.
Sin embargo, las autoridades de Taipéi indicaron este martes que no recibieron notificación oficial al respecto.
Analistas locales valoran el hecho como otra provocación de Washington y, a la vez, una muestra de la ambigüedad en su política hacia la isla sureña.
El tema Taiwán es uno de los más sensibles en las relaciones Washington-Beijing.
La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante la Organización de Naciones Unidas y reconoce a la isla como parte inalienable de esta nación.
Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.
Sin embargo, los dirigentes de Taipéi se niegan a aceptar ese estatus.
PL