La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), asegura que China será la primera potencia mundial en 2030. |
En la batalla internacional contra el coronavrus (Covid-19) , varios países latinoamericanos se han beneficiado de donaciones procedentes de Gobierno y empresas chinas, así como de compras directas al gigante asiático en un momento en el que otros lugares del planeta bloquean sus exportaciones de equipos médicos.
La ayuda en equipos, insumos médicos, asesoría, manuales de diagnóstico y tratamiento procedentes del Asia ya se han entregado a Ecuador, México, Argentina, Bolivia y Venezuela.
Argentina recibió un cargamento no solo con el preciado material, sino también con una singular inscripción en las cajas que decía: "Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea". Son versos del poema gauchesco Martín Fierro, de José Hernández. Los envíos de China a distintos puntos del planeta para combatir la pandemia ya se conocen como "diplomacia de las mascarillas".
¿Buscan nueva imagen?
El coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM, Enrique Dussel-Peters, asegura que el gigante asiático mejora su percepción en el público latinoamericano, "China y el resto del mundo se encuentran desincronizados en cuanto a la crisis de salud y socioeconómica. El aparato productivo de China se encuentra en plena recuperación y el país ya ha logrado iniciar campañas de donaciones de máscaras y otros insumos para los sectores de la salud en América Latina", explica el experto de la UNAM.
Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales en la Fundación Getulio Vargas, en São Paulo, admite que China intenta mejorar su imagen. Pero, por otro lado, "cualquier país que aspire a un lugar de poder en el ámbito internacional, no solo debe ser fuerte económica y militarmente, sino que también debe asumir una posición de generosidad. Ahora mismo las mascarillas, los insumos médicos, son los bienes más importantes que existen. La demanda es muy elevada y China utiliza esta situación para reforzar su papel político a largo plazo", sostuvo Stuenkel a DW.
Pandemia y poder internacional
Según el organismo de cooperación internacional OCDE, China será la primera potencia mundial en 2030. ¿Podría la pandemia suponer un punto de inflexión en ese camino?.
Ecuador es el país latinoamericano que posee buenos lazos económicos con el gigante asiático. Desde Quito, Sebastián Mantilla, director del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y editor del libro La expansión de China en América Latina, admite que la crisis provocada por el Covid-19 podría suponer "el punto de quiebre", el indicador de que China se perfila ya como la gran potencia mundial.
Estados Unidos pierde la hegemonía mundial
"Sobre todo en un momento en el que ni Estados Unidos ni otros países se encuentran en disposición de ayudar", dice Oliver Stuenkel.
Para Stuenkel, antes de la crisis del coronavirus, China ya era la potencia más influyente en Latinoamérica. "La pandemia refuerza y acelera tendencias que estaban presentes en la región y que van a continuar largo tiempo".
Hay expertos que predicen que el mundo cambiará después de la crisis actual para no depender tanto de China. En otras palabras, según Sebastián Mantilla, donde el interés del gigante asiático entra en no perder y en promover lazos estratégicos en América Latina: "Si en otras partes del mundo se va a tender a cerrar mercados a China y a poner obstáculos arancelarios a sus exportaciones, el país asiático tiene que asegurar ciertos mercados. Mercados como los de Latinoamérica, que puedan ser mucho más flexibles, mucho más vulnerables, donde China pueda ejercer su influencia más fácilmente", dice Mantilla.
Fuente: DW